Los gremios y sindicatos de los trabajadores de la salud de la Municipalidad en estado de alerta
Lo manifestaron en las reuniones en el Concejo y con el Intendente
La sorpresiva decisión del PAMI de trasladar 10.000 cápitas del Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra a la clínica privada Cruz Azul encendió una fuerte señal de alarma en el sistema de salud local. Pero más allá del impacto sanitario, la preocupación crece también en el plano gremial y laboral, ya que la medida afecta directamente los ingresos del personal sanitario municipal y el funcionamiento del hospital.
En ese marco, representantes de los gremios y sindicatos de los trabajadores del municipio, profesionales de la salud y trabajadores municipales, se hicieron oír esta semana en dos ámbitos clave: En el Concejo Deliberante, en la Comisión de Salud, y en el despacho del intendente Arturo Rojas. La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), el Sindicato de Trabajadores Municipales de Necochea (STMN) y la seccional local de ATE coincidieron en una preocupación compartida: el hospital podría seguir recibiendo la misma demanda de pacientes, pero con menos recursos y menos personal.
“Se va a colapsar más la salud pública porque va a ser el mismo trabajo con menos salario. Lo que no cubre hoy la clínica lo cubre el hospital”, alertó Fanny Marino, presidenta de CICOP Necochea. La profesional sostuvo que la situación es grave, no solo por la afectación al servicio, sino también por el impacto en los ingresos del personal: “Va a terminar siendo más tarea, por menos retribución”. Por eso dejó en claro que de persistir esta situación, no descartan tomar medidas de acción, ya sea protestas o marchas por las calles de la ciudad.
Desde el STMN, Gastón Díaz subrayó que el perjuicio es doble: “Nos preocupa la reducción salarial para los trabajadores y, como ciudadanos, la atención de nuestros abuelos, que quedan desprotegidos”. Además, consideró que la medida forma parte de “una estrategia política para desfinanciar lo público y beneficiar a algunos privados”.
Para quien en su momento fue director del Hospital Emilio Ferreyra y que conoce al dedillo cómo es el real funcionamiento del efector de salud, sostuvo que “aunque se transfieran las cápitas, los afiliados de PAMI van a seguir yendo al Hospital”, manifestando que “el sector privado no está en condiciones de asumir toda esa demanda de forma inmediata”, para finalizar diciendo“, eso generará un desajuste serio en la atención local”.
Desde el Ejecutivo, el propio intendente Arturo Rojas recibió a los gremios y les transmitió su coincidencia en que la decisión fue “arbitraria y repentina”. El mandatario también advirtió sobre el perjuicio económico que representa para el municipio, tanto por la caída en los ingresos que giraba PAMI al hospital como por el efecto en los salarios del personal.
“Los magros sueldos se complementaban con esa recaudación”, expresó Rizzo, integrante de la Cicop, señalando que el sistema ya venía funcionando al límite y que esta modificación lo desestabiliza aún más. Por eso, los gremios anticiparon que tomarán medidas de visibilización y concientización, en defensa tanto de los derechos laborales como del acceso a la salud de los adultos mayores.
Mientras se esperan respuestas de las autoridades regionales de PAMI, desde los gremios y el gobierno local llamaron a la comunidad a mantenerse atenta. “La preocupación es seria y vamos a unirnos para proteger a los afiliados de PAMI y a los trabajadores del hospital”, advirtió Marino. La sensación general es que el tiempo apremia, y que los efectos de este traspaso pueden sentirse muy pronto.
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