Uno de los clubes más destacados durante muchos años fue el querido Club Palermo. Recordado por su linda institución en la zona céntrica de la ciudad, pero que pocos recuerdan que se inició en otro sector de Necochea: El Puerto. Justamente, el resurgimiento que están buscando un grupo de simpatizantes, hinchas, exjugadores y demás, es que la sede se pueda construir en el terreno de 61 y 22, frente a la Iglesia de la Medalla Milagrosa, donado por un histórico como lo es Carlos Saenz.

Fabián Olivera es quien lleva adelante un poco este “sueño” de reflotar este club de barrio, futboleros sí los hay, pero que en las épocas de los 80´ y 90’ también se convirtió en lugar social con otras actividades. Más allá de que es quien ha seguido con el nombre de Palermo adelante, con muchísimo sacrificio, trabajando con un grupo de colaboradores, en esta nueva etapa que comienza, un hombre muy referenciado con la entidad fue clave en todo esto. “Abel Sarratea fue un poco el precursor de todo esto, y empezó a tirar un poco las redes, esto de juntarnos, de hacer por el club. Es increíble lo que pasó, porque ahora te llaman por teléfono gente que yo no conozco, me llaman y me dicen, ¿Vos sos Fabián? te habla fulano de tal, mirá nosotros queremos estar ligados, ¿Cómo podemos hacer, hay alguna reunión, no? ¿Cómo lo van a armar? ¿Qué quieren armar? La verdad que es increíble”

Hay un tema que no es menor, es que sí bien la idea es reflotar Palermo, ya no podrá ser como lo era antes y esto fue por consecuencias de lo que dejó aquella carrera mítica de Turismo de Carretera. “Desgraciadamente por lo que pasó, tenemos que hacer una personalidad jurídica nueva, que vamos a mantener el nombre con alguna variante chiquita porque no se puede con el mismo nombre. Estamos en ese trámite, entonces lo que vamos a hacer es poner tres nombres, que la gente pueda elegir y después ver sí nos autorizan”, comentó Abel Sarratea, una persona que tiene pegada en el pecho la V roja.

Las gestiones para poder tener todo en regla ya comenzaron desde hace un tiempo, pasando por el municipio de Necochea, que a través de Sergio Condenanza, quien es el encargado de esta cuestión, y al cual le están agradecidos por llevar adelante este importantísimo trabajo.

La vuelta al puerto

La primera sede que tuvo Palermo fue en la avenida 59 y calle 34, pegado a la escuela N° 7, y en esa zona se originó una gran anécdota que contó el DT campeón con el club, a fines de los 80. “Yo les contaba los otros días, en una reunión que tuvimos, que cuando estaba estudiando en Bahía, me contrataron para venir a jugar, al otro de que salieron campeón en el 73. Yo vine en el 74, y los dirigentes de aquella época iban al puerto y cada lancha le regalaba cinco cajones a Palermo, y resulta que terminaba teniendo más que las lanchas porque éstas cargaban 40 o 50, pero como cada una le daba 5 y eran las que colaboraban, terminaban acopiando 50 cajones de pescados. Esto que parece algo así nomás lo terminaba haciendo fuerte”. La idea de este grupo de hombres y mujeres que no dejan de sorprenderse con los que les está pasando, es poder volver a instalarse en aquel sector de la ciudad, ser un representante del puerto, ya que no hay muchas instituciones deportivas por aquellos lados, a excepción por ejemplo de Necochense, quien hace poco que fue creado.

La familia palermitana

La gran película argentina “el secreto de sus ojos” nos ha dejó muchísimas enseñanzas, pero quizás la que más recordamos es que la que el personaje de Francella le dice a Benjamín, Ricardo Darín, uno puede cambiar de todo, menos de pasión. Esto es más o menos lo que sucede con el hincha de Palermo, porque luego de lo que le ha ocurrido, de no tener participación en el fútbol de la Liga Necochea de Fútbol, del golpazo de Knock Out que fue el juicio por la tragedia del TC, la gente de Palermo sigue siendo de Palermo, y con esta noticia de volver a resurgir como institución los ejemplos empiezan aflorar. Fabián Olivera cuenta algo que le sucedió que no deja de sorprenderlo. “Anoche entrenamos y habían empezado dos hijos de gente que habían jugado en Palermo y fueron los papás a ver al pibe de 21 años, y luego llegó “Chicho” Laorca y después llegó otro, y así se fue sucediendo. No lo podemos creer”. Para quién le ha metido horas y horas de trabajo, y quien hace pocos días llamó para convencer a Daniel Gallo para que vuelva a calzarse el buzo de DT manifestó que su idea es “volver a la liga, a tener inferiores todo como corresponde y claro con esto la gente se entusiasmó y quiere ayudar para que Palermo vuelva ser lo que era”.///

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