Un héroe de mil batallas
En noviembre de 1857, Benito Machado al mando del regimiento Nº 17 de la Guardia Nacional, enfrentó a orillas del Río Quequén al cacique Calfucurá y sus hombres
JUAN JOSE FLORES
Redacción
Hace 167 años, el regimiento Nº 17 de la Guardia Nacional de Lobería, al mando de Benito Machado, enfrentó a orillas del Quequén al cacique mapuche Calfucurá y sus hombres, que habían arrasado en malón a varias estancias de la zona.
Por esa y otras batallas, Machado se convirtió en un soldado recordado por los habitantes de la región, a tal punto que una calle de Quequén, la 519, lleva su nombre.
Soldado desde los 17 años, Machado combatió en algunas de las batallas más trascendentales de la historia argentina, como Caseros, Cepeda y Pavón. Incluso peleó bajo las órdenes del legendario Giuseppe Garibaldi.
Según escribió el historiador Antonio G. Del Valle en el libro “Recordando el pasado”, Machado “fue un jefe con temple y pujanza. (…) Sirvió de corazón con todo el fervor de su alma de soldado y de argentino”.
Tras una larga carrera militar, Machado viajó a Lobería para tomar posesión de la estancia “Tamangueyú”, que era de sus padres.
El 4 de enero de 1853 fue ascendido a capitán de Guardias Nacionales y luego nombrado juez de paz de Lobería.
Un año más tarde, el 8 de febrero de 1854, fue designado comandante de la Guardia Nacional de Lobería y organizó con su propio dinero el regimiento Nº 17, que se hizo famoso en la región por defender a los escasos pobladores de la época de los malones.
Al mando de este regimiento, el 1° de noviembre de 1857 se enfrentó a los hombres del cacique Calfucurá que habían arrasado varias estancias de la zona.
Teniendo en cuenta sus escasas fuerzas, Machado esperó que los aborígenes se confiaran y los atacó cuando se encontraban reunidos en la costa del Quequén Grande.
Tras un sangriento enfrentamiento, el regimiento de guardias regionales logró recuperar más de 30.000 vacas, ovejas y caballadas, además de liberar a varias mujeres y niños que habían sido tomados cautivos por los indios.
Uno de los pobladores de la región más damnificados por el malón, quiso agradecer el valor de Machado y el desinterés con que defendía y salvaba vidas e intereses de los pobladores.
Por ello le obsequió una espada con hoja de acero toledano, empuñadura y vaina de oro cincelado y con una inscripción que decía: “Al coronel Benito Machado, jefe del Regimiento Sol de Mayo: Triunfo en el Carmen del Quequén”.
Un día antes del triunfo en el Carmen de Quequén, Machado y su reducido regimiento habían obtenido una victoria similar en Cristiano Muerto, hoy partido de San Cayetano.
Carrera militar
El coronel de caballería Benito Machado inició su carrera militar a los 17 años, como exiliado en Uruguay. Debió emigrar forzosamente a Uruguay a causa de que su padre, don Jacinto, y su hermano mayor, Mariano, pagaron con su vida la participación en el levantamiento de los Libres del Sur en contra de Juan Manuel de Rosas (1839).
En las trincheras de Montevideo, a las órdenes del comandante Lezica, integró la llamada Legión argentina.
Pasó a operar luego bajo las órdenes del coronel Mendoz, del coronel Camacho, del General Frutos Rivera, del legendario Giuseppe Garibaldi, para luego servir a los generales José María Paz y López.
También intervino activamente en la batalla de Caseros en las filas de Urquiza.
El 16 de julio de 1858, es ascendido a teniente coronel de caballería de línea por el valor demostrado en los combates de San Lorenzo y los citados Carmen de Quequén y Cristiano Muerto.
Machado y su regimiento 17 Sol de Mayo persiguió en varias ocasiones a los hombres de Calfucurá hasta las tolderías y rescató cautivos y hacienda.
El 14 de agosto de 1858 fue ascendido a coronel cuando era jefe del campamento de la Horqueta de los Tres Arroyos (hoy Tres Arroyos).
En 1860 fundó el Fortín Olavarría sentó también base en Tandil como comandante de la frontera sur.
Machado participó de la batalla de Pavón (1861), luchando a favor del Estado de Buenos Aires, de la revolución mitrista de 1874 y del conflicto de 1880 -en ambos casos defendiendo la causa de los insurrectos-. Por esos dos últimos hechos tuvo que volver a exiliarse en Montevideo.
Cuando volvió al país se instaló en Tandil y luego en Buenos Aires, donde, pese a su avanzada edad, tomó parte en los hechos que desencadenaron la denominada Revolución del 90.
En esta última “revolución” Machado estuvo del lado del gobierno constitucional de Juárez Celman.
Machado nació el 3 de abril de 1823 en Chascomús y falleció a los 86 años, el 9 de julio de 1909, en Tandil, luego de sufrir una cruel enfermedad.///
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