Sin seguro y alcoholemia
Los últimos informes semanales del área de Tránsito de la Municipalidad sobre el resultado de los controles en la vía pública, ha revelado dos cuestiones que muestran un aspecto más del complejo tránsito vehicular en la ciudad: la falta de seguro y los numerosos casos de alcoholemia.
En principio por la peligrosidad que conlleva como causante de accidentes de impredecibles consecuencias, el tema del alcoholismo a la hora de conducir es sumamente grave.
Está claro que dicha conducta no es de ahora, y si bien no había tenido difusión en los últimos tiempos, se debió a que la Municipalidad no contaba con alcoholímetros homologados para hacer las respectivas mediciones.
Lo lamentable es que los casos de alcoholemia se constatan en operativos nocturnos, sino que se descubren positivos cuando se hacen las pruebas pertinentes en accidentes en horarios diurnos.
El inmediato secuestro del vehículo, en primera instancia, el pago de una fuerte multa y la posibilidad de perder el carné si se repite esta grave falta, forman parte de la manera de combatir esta problemática.
La de la falta de seguro también resulta alarmante, en caso que se produzca una colisión, potenciada si origina la pérdida de vidas.
Podrá esgrimirse que la marcada suba en el precio del seguro ha generado que muchos automovilistas hayan dejado de pagarlo y por ende se hayan quedado sin cobertura. Pero resulta inadmisible que alguien conduzca sin seguro: en principio porque su obligatoriedad está contemplado en la Ley de Tránsito, y fundamentalmente para cubrir desde lo económico y legal cualquier consecuencia que tenga un accidente.
Desde la Dirección de Tránsito también se ha especificado como algo notorio la falta de licencia de conducir o que la misma ya está vencida. Algo que puede estar vinculado a una desatención al no renovarla, pero a veces puede ocurrir por cuestiones económicas ante el costo de renovación. Esto tampoco elude la obligación de portar dicho documento cuando se maneja, algo también establecido por las normas.
En el contexto al que hemos hecho referencia, es más que necesario que la Municipalidad continúe con los controles en la vía pública del distrito, en especial Necochea y Quequén y que incluso los incremente. A su vez hay que ser implacable a la hora de constatar las infracciones y disponer las respectivas multas.
Por otro lado, sigue siendo positiva la realización de charlas de educación vial en las escuelas primarias y secundarias, para enseñar a los futuros conductores las normas de tránsito. Una política a futuro pero también para el presente, si se tiene en cuenta que son muchos los chicos que advierten a sus mayores cuando los observan cometiendo alguna infracción de tránsito.///
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