“Para bailar tango solo basta caminar abrazados”
El tango como vínculo social y forma de bienestar en comunidad
El tango no es solamente una danza. Es una manera de conectarse con la música, con el cuerpo propio y con el de los demás. Esa es la idea que transmite Marina Martínez, bailarina y docente nacida en Buenos Aires, que desde hace más de seis años eligió Necochea como lugar para vivir y desarrollar su propuesta cultural. “El tango abre un mundo. No solo te invita a conocerte, sino que también te abre un panorama social que está buenísimo”, explicó en su visita a la columna de bienestar, que lleva adelante la periodista Rocío Magalí Sánchez en “Desde temprano” por Ecos Radio.
Marina dicta clases los jueves por la tarde y, además, organiza una milonga el segundo viernes de cada mes. El plan es sencillo: compartir una empanada, una copa de vino y dejarse llevar por la música que invita a bailar. “Es un lindo momento para entrar en este mundo. La clase no está pensada para que te vuelvas un experto en piruetas, sino para divertirse, generar encuentro y sentido de pertenencia”, señaló.
Hablar de tango hoy también es hablar de lo que sucedió tras la pandemia. La rutina del encierro y el hábito de vincularse sólo a través de las pantallas dejaron huellas. “Todavía se ven esas resacas de lo que fue el aislamiento. A muchas personas les quedó cómodo quedarse con el celular. Cuesta volver a expresarse cara a cara”, reflexionó Marina.
En este sentido, destacó la importancia del encuentro social: “Vamos a un lugar donde tenemos que agarrarnos, abrazarnos y acompañar el movimiento del otro cuerpo. Eso genera limpieza de pudores, de miedos, y lo transforma en algo divertido”.
Aunque Necochea es una ciudad con una fuerte impronta folklórica, la bailarina se encontró desde el inicio con un público receptivo. Su primer acercamiento fue en el tradicional Almacén Murillo, donde Lucas Gentili organizaba encuentros de tango. Desde entonces, descubrió una comunidad activa que mantiene viva la tradición. “Hay un montón de gente que ya baila hace años y que viene trabajando en este camino de abrir el tango a nuevas formas”, afirmó.
Más allá de lo artístico, el tango aporta beneficios concretos para la salud física y emocional. Bailar ayuda a mejorar la postura, la coordinación y el equilibrio, pero también genera bienestar psicológico al fomentar la expresión, la confianza y la conexión humana. “El tango te devuelve al presente. Te obliga a estar atento a la música, al movimiento y a la persona que tenés enfrente. Es un ejercicio de conciencia plena”, informó la docente///
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