"Once años sin dormir": El uruguayo que llegó a Necochea pidiendo ayuda y nadie le creyó
El hombre había recorrido decenas de países en busca de un remedio para su mal y así llegó a Necochea
Un hombre uruguayo llegó a Necochea hace 86 años buscando ayuda profesional para su mal.
Corría enero de 1938 cuando se apersonó un sujeto de melena larga y bigotes en nuestra por entonces joven ciudad, asegurando que hacía once años que no dormía y que necesitaba que le hagan exámenes para poder solucionar su problema.
El hombre fue entrevistado por Ecos Diarios, donde contó que también le habían hecho entrevistas en Tres Arroyos, donde había estado previamente.
Su nombre era Luis Medrano Castro Reyes, de nacionalidad uruguaya, nacido en la ciudad de Colonia. En ese momento tenía 30 años de edad.
El hombre tenía una historia tan fantástica como inverosímil, pero fue una sensación en ese momento. Toda la ciudad se preguntaba si realmente era posible.
Según contó, Luis Medrano Castro Reyes fue “robado por una tribu de gitanos cuando era un niño”. Andando y andando fue a dar a las selvas brasileñas, donde entró a formar parte de una tribu indígena, siendo obligado a trabajar. Se casó con la hija de un cacique y un desdichado día , la comunidad fue atacada por indios enemigos.
Según sus palabras, ese día llovieron las flechas y Castro Reyes recibió una en la frente, que le había dejado una profunda y visible herida, al parecer con hundimiento del hueso frontal. La flecha además tenía veneno: una sustancia que se denominada “curaré”.
El hombre volvió a la civilización, pero como consecuencia, desde ese día perdió el sueño. Para cuando llegó a Necochea, había recorrido 22 países, ofreciendo que los médicos lo examinen para que intenten curarlo de su mal.
¿Qué había de real en la historia?
Según Wikipedia, el término "curare" se aplica genéricamente a diversos venenos de flechas de América del Sur. Dichos extractos se hacen con numerosas plantas diferentes, especialmente miembros de las Menispermaceae y Loganiaceae. A estas puede añadirse al Anomospermum grandiflora.
Es una neurotoxina, se encuentra en diversas plantas. Se realiza una sustancia pastosa de color parda que abunda en la cuenca del Amazonas.
Hasta ahí, lo de la flecha envenenada era posible.
Sin embargo, unos 30 años más tarde de ocurrido este suceso, en en 1965, Randy Gardner, un adolescente estadounidense que en su curiosidad, o quizás locura, decidió pasar la mayor cantidad de tiempo despierto para romper con el récord del momento, donde ya alguien había pasado 260 horas sin dormir.
Gardner decidió ponerse a prueba y no dormir por el tiempo suficiente para romper ese récord, y lo logró, privándose 264 horas del sueño, 11 días sin dormir. Este experimento fue acompañado por William Dement, un médico estudioso del sueño de la Universidad de Standford.
Los primeros síntomas marcaban una dificultad motora, seguido de problemas para reconocer objetos, irascibilidad y lapsus o pérdidas de memoria. Dement siguió registrando los signos del deterioro del joven que en el cuarto día ya eran considerablemente graves: alucinaciones, delirios, complicaciones en el habla e incluso paranoia. Superar la barrera de los 10 días le llevó a Gardner a perder la noción por momentos de lo que hacía y a tener dificultades para articular las palabras y pensar.
Esto marca que la historia del uruguayo Luis Medrano Castro Reyes era una completa farsa o tenía “poderes” sobrehumanos. Claramente, todos optaron por no creerle y su nombre no trascendió a la historia, más que por esta nota inspirada en los archivos de Ecos Diarios, donde se refleja la historia en su máxima expresión, pero también todos aquellos hechos insólitos que han ocurrido en la ciudad de Necochea y que captaron la atención de los ciudadanos.
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