Necochea alcanzó los “30 Quilates” en el TC
Con el triunfo de Juan Bautista De Benedictis, nuestra ciudad ya suma 30 triunfos en la categoría más popular de nuestro automovilismo
Se dice que todo acontecimiento es importante, pero cuando se llega a un número redondo, ese mismo suceso cobra una preponderancia aún mayor y la victoria de Juan Bautista De Benedictis, no es la excepción ya que con el halago de Johnnito en Viedma, nuestra presencia en el TC cotiza más alto y si en términos de bijouterie hablásemos el automovilismo del suave declive, ahora acumula 30 kilates. Por tal motivo, haremos un repaso de los 30 halagos de los pilotos del pago chico, que subieron a lo más alto del podio en el TC.
Armando Ríos el pionero
El primer representante local, que se tuteó con la victoria fue Armando J. Ríos. Siempre bajo la divisa de Chevrolet, el “Petiso” que debutó allá por 1958, en el Turismo de Carretera, de los viejos tiempos combinando Grandes Premios y las Vueltas en los veloces “Triángulos” cosechó seis triunfos. El primero fue en 1961, más precisamente el 6 de agosto en la Vuelta Mar y Sierras de Mar Del Plata y luego repitió ese mismo año en Tres Arroyos el 17 de septiembre. Ese trazado era el mismo que se utilizaba para la Vuelta de Necochea, pero en sentido inverso.
Pero sin dudas la mejor versión de Armando, se vio en 1962. Allí cosecho cuatro victorias. La primera el 27 de mayo en la “Cuna de Campeones”, Arrecifes. Posteriormente cantó victoria bastante cerca de la tierra de Froilán González, Rubén Luis Palma, Carlos Alberto Pairetti, Agustín Canapino y compañía, ganando el 29 de julio en San Anotonio de Areco, luego volvió a vencer en la Vuelta de Junín (12/8) y el “poker”, lo cerró en Tres Arroyos, el 7 de octubre de ese 1962.
La trilogía de Occhionero
Tuvieron que pasar 17 años para que otro de los nuestros, subiera a lo más alto del estrado en el TC y el que hizo vibrar a toda nuestra patria fierrera, fue Juan Alberto Occhionero. El popular “Colorado”, luego de ser protagonista en la categoría Mar y Sierras, apareció como un rayo en el Turismo Carretera, y en la temporada 1979/1980, ganó en tres ocasiones. La primera en la Vuelta de La Pampa el 21 de octubre de 1979, donde asombró con un altísimo promedio de 233.660 km/h con el Chevrolet que contaba con la mecánica de Jorge Pedersoli y Omar Wilke, luego se impuso en el semipermanente 22 de Noviembre de La Plata, el 16 de marzo de 1980 y su último triunfo, sin duda el más recordado se concretó en la Vuelta de Tandil el 20 de abril de 1980. Allá en el “Nürburgring Bonaerense, venció por unas milésimas nada más, al Dodge de Oscar Raúl Aventín, quien en los últimos metros se dedicó a saludar al público y esos segundos que el Puma de Morón perdió, le sirvieron a nuestro coterráneo para vencer en los relojes.
Johnny domina la estadísitica
La huella que dejó Juan Alberto Occhionero, la aprovechó Juan Antonio De Benedictis y vaya que pudo capitalizarla. Quien es uno de los máximos referentes e ídolos del deporte local, se mantuvo vigente en la categoría más añeja del mundo y en la época de transición entre los sempermanentes y los autódromos, consiguió 16 victorias.
Todo comenzó en el 22 de Noviembre de 1981, cuando con el Dodge, logró el triunfo en Pergamino, en la fecha correspondiente al Torneo Lizeviche – Galíndez, luego de una vibrante lucha con Emilio Satriano.
En 1982 consiguió dos más. Se dio el lujo de triunfar en Necochea (14/4 en plena Guerra de Malvinas), y la “Vuelta de Santiago del Estero”, en el extenso semipermanente “La Capilla” de La Banda, donde descolló y se recibió de ídolo. Esa idolatría que perdura hasta hoy.
Luego de una sangría de tres años, ganó la primera carrera de TC que se hizo en el Juan Manuel Fangio de Balcarce, el 29 de septiembre de 1985.
Eran tiempos donde el TC era gobernado por Roberto Mouras y Oscar Castellano, por eso lo valedero de Juan Antonio, fue que se metió como cuña entre ellos en 1986, sin duda su mejor año. Eso lo confirman sus cuatro victorias al cabo de esa temporada. El 22 de febrero, ganó en Santa Teresita, el 23 de marzo en Punta Alta, el 25 de Mayo en el Autódromo de Las Flores, carrera recordada porque fue la primera donde el TC, calzó los neumáticos lisos y el 8 de junio el Dodge verde, desniveló en San Lorenzo, Santa Fe.
Luego de perder el campeonato de 1986, en la última carrera Johnny no ganó por dos años y el dulce sabor de la victoria, lo volvió a paladear el 17 de julio en el Autódromo de Buenos Aires. La Catedral. Donde todo piloto sueña con ganar y cuatro meses después en el “Panorámico” de Junín el 20 de noviembre. Aquel triunfo en Junín, fue el último con Dodge.
En 1990 comenzó de lleno su etapa con Ford y arrancó de la mejor manera, ganando en la apertura del año el 18 de febrero en Santa Teresita y más adelante festejó el “Día del Padre” el 16 de junio venciendo en San Lorenzo, durante el desarrollo del Mundial de Italia.
Tras ese triunfo volvió a resignar protagonismo, algo que recuperó en 1993, donde peleó nuevamente el campeonato y ganó las Recordadas 2 Horas de Buenos Aires en binomio con el “Pelado” Mariano Calamante.
La temporada siguiente volvió a estar arriba y en 1994, cantó victoria el 16 de junio en el Oscar Alfredo Gálvez de Buenos Aires y el 23 de octubre en la Base Aeronaval de Punta Indio.
La última victoria, de Juan Antonio De Benedictis fue el 5 de marzo de 1995 en Balcarce, donde mantuvo varias vueltas a raya a Juan María Traverso, pero ya desmotivado a los pocos meses anunció el retiro, luego intentó volver ese mismo año otra vez en Balcarce, pero un fuerte golpe en clasificación lo retiraron definitivamente del automovilismo, a un tipo que no necesitó ser campeón de la categoría para recibirse de ídolo.
El Heredero
Luego de los triunfos del Johnny, Necochea volvió a sobresalir en el TC, en el año 2009 de la mano de otro De Benedictis. Juan Bautista, quien tuvo su debut triunfal en el Circuito Internacional de Potrero de los Funes, el 2 de agosto de aquel año aprovechando una falla de Mariano Werner. A esa victoria le siguieron las de Río Cuarto (3/6/2012) y también en 2012, más precisamente el 11 de noviembre inauguró con un halago el autódromo pampeano de Toay, mientras que en 2013, se impuso en San Martín, Mendoza el 14 de abril de aquel año, siempre con Ford. El resto es historia conocida y reciente con el triunfo del domingo pasado en Viedma, donde cerró un letargo de 9 años sin ganar e hizo que Necochea alcance los 30 Quilates en el TC.