Miércoles 25 de octubre de 1995
Los controles impositivos continuarían en la ciudad
El titular de la DGI regional, Carlos Barrios, había anticipado que los operativos fiscalizadores seguirían realizándose
“No hemos abandonado para nada y vamos a continuar con los operativos”, sostenía el titular de la DGI zonal, descartando que los nuevos controles iban a contar con el respaldo de efectivos de Gendarmería, como se había rumoreado. Aclaraba, sin embargo, que se había puesto en conocimiento a la Seccional Primera de Policía sobre la actividad que se desplegaría, motivo por el cual se había dispuesto un refuerzo especial con tres móviles y personal policial para acompañar a los inspectores.
 Al referirse a la clausura de un comercio céntrico donde se había originado la polémica, Barrios explicaba que en el local se encontraba no sólo un agente de la Dirección Provincial de Comercio Interior —quien posteriormente resultó herido—, sino también un inspector de la DGI. “No estaban entregando ticket a nadie. Teníamos conocimiento de que el comerciante no entregaba comprobantes por las ventas que realizaba, no sólo las de ese momento”, afirmaba el funcionario, y añadía que el propietario “reconoció ese día que no entregaba nada porque era un sábado, un día en el cual vendía mucho y los clientes no le daban tiempo”. Señalaba además que “cuando se labró el acta respectiva reaccionó de ese modo y no dio tiempo a que se concretara la clausura”. Consideraba que los hechos posteriores no habían sido espontáneos, sino “preparados”, y acusaba a dos concejales de “reclutar a la gente e incitar a la violencia”.
El responsable regional subrayaba que en las demás clausuras efectuadas los comerciantes no habían ofrecido resistencia alguna. “Los propios contribuyentes reconocen cuando se les demuestra que no dan factura y terminan por aceptar que está mal, pero éste no quería admitirlo, pese a las evidencias que teníamos”, señalaba. Incluso comentaba haber recibido numerosos llamados telefónicos de comerciantes de Necochea, quienes le manifestaron que los inspectores “habían actuado correctamente”. Barrios sostenía que “no hay peor acto de corrupción que el hecho de no entregar la factura al cliente, a quien de este modo se lo está estafando, y además representa un acto de competencia desleal con los restantes comerciantes”. Recordaba también que se encontraba en vigencia el decreto 493 del Poder Ejecutivo Nacional, que otorgaba facilidades a los contribuyentes condonando deudas y multas de oficio. “El decreto completa la ley de convertibilidad y después no existirán más planes de facilidades de pago, y si bien el Estado pierde muchísimo dinero al condonar las deudas, es lo máximo que puede brindarle al comerciante y esperemos que así lo entiendan”, comentaba el funcionario.
Plan de Gobierno de Municoy
En otro orden, se preveía que el intendente electo, Julio Municoy, diera a conocer en conferencia de prensa el plan de gobierno que comenzaría a desarrollar una vez asumido el Departamento Ejecutivo, en aquel diciembre de 1995. La propuesta estaría resumida en un material gráfico casi finalizado que se imprimiría para su distribución. “Dejaremos el bajo perfil que nos ha caracterizado durante esta transición y, a un mes de la asunción, el distrito de Necochea conocerá qué quiere hacer Municoy desde el Departamento Ejecutivo”, se puntualizaba desde su entorno. Entre los puntos más relevantes figuraban la presentación del “manual de procedimiento”, que establecería los derechos y obligaciones de los funcionarios políticos y no políticos, y la implementación de un presupuesto por programas, con objetivos y montos definidos. Se anunciaba la impresión de 300 ejemplares del plan de gobierno para ser entregados a la prensa, instituciones y opinión pública, y algunos de sus puntos serían elevados al Concejo Deliberante.
 
Instalación de un supermercado
Finalmente, la firma marplatense, había solicitado la compra o cesión de un predio municipal ubicado en avenida 75 y calle 77, entre 58 y 62, con el fin de construir un hipermercado. El proyecto, recibido por el intendente José Antonio Aloisi, preveía desarrollarse en el barrio Capuchinos, en los terrenos que pertenecieron a los clubes Gimnasia y Huracán. La inversión inicial se estimaba en cinco millones de pesos y contemplaba el inicio de las obras en el verano siguiente, con finalización entre fines de 1996 y el primer trimestre de 1997. Aloisi destacaba que “la planta de personal permanente para la atención comercial y técnica del emprendimiento será de entre 70 y 80 personas”, y que el plantel estaría integrado “exclusivamente por residentes de Necochea, salvo la Gerencia y Subgerencia”. La estructura edilicia abarcaría 5.000 metros cuadrados cubiertos, con áreas de venta, depósitos, cámaras de frío, carga y descarga interna, y otros 10.000 metros destinados a estacionamiento. El resto del predio, de unos 5.000 metros, se reservaría para espacios verdes y parquización. El proyecto contemplaba, además, que las empresas contratistas y el personal de obra fueran del distrito, promoviendo la contratación local y el desarrollo económico regional.///
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