Martes 24 de octubre de 1995
Repudiaban accionar de inspectores de la DGI
Una asamblea de comerciantes de Necochea había repudiado la política y el sistema de control impositivo fiscal
Se anticipaba que, de reanudarse las inspecciones similares a las implementadas algunos días atrás en la ciudad, que habían derivado en incidentes entre comerciantes e inspectores, los establecimientos cerrarían sus puertas y sus responsables se concentrarían frente a la Municipalidad como medida de protesta. También se impulsó la creación de una red de protección, que se implementaría a través de un sistema de comunicaciones, por el cual se alertaría a la entidad intermedia y a sus asociados sobre la presencia de inspectores. Estas medidas se conocieron en el transcurso de una reunión realizada en el Concejo Deliberante, de la que participaron autoridades de la Cámara Comercial e Industrial y un nutrido grupo de comerciantes. Allí se informó a los ediles los resultados de la asamblea, en la que se exigió “el apoyo explícito” del cuerpo deliberativo y del Departamento Ejecutivo. El HCD aprobó un proyecto de resolución que solicitaba a la Cámara de Diputados de la Nación la inmediata derogación de la ley 20.680, por considerarla arbitraria e inconstitucional. La iniciativa manifestó su “más absoluto repudio al accionar de los inspectores de la DGI”, quienes habían realizado clausuras compulsivas de pequeños negocios de la comunidad. Como se recordaba, un inspector había comprado una crema de afeitar en una perfumería céntrica, pagando rápidamente sin esperar el ticket; minutos después regresó e intentó clausurar el comercio. Posteriormente admitió haber armado la maniobra, negándola más tarde, lo que había molestado a los comerciantes y derivado en incidentes. El resultado fue un inspector con heridas leves al estallar una vidriera. Los comerciantes calificaron el acto de control fiscal como una “celada”. Los concejales consideraron que “cuando se realizan este tipo de inspecciones, se efectúan maniobras que lindan con el abuso de autoridad, así lo ocurrido con un negocio de nuestra ciudad, donde la situación la provocó el propio inspector”.
Préstamo al municipio
El envío de 400.000 pesos que remitiera el 30 de agosto la Provincia de Buenos Aires a la Municipalidad generó polémica entre el intendente electo, Julio Miguel Municoy, y el Concejo Deliberante, ya que tendría carácter de préstamo con devolución prevista a partir del 2 de mayo de 1998 en 10 cuotas. De confirmarse esta novedad, la autorización para que la remesa ingresara a la Tesorería municipal requeriría de una ordenanza del cuerpo deliberativo. Se indicó que existían dos faxes del Rando provincial, dando cuenta del carácter del envío, los cuales fueron analizados por la Subsecretaría de Asuntos Legales, previéndose que las conclusiones sobre el expediente se conocieran esa semana. Consultado el secretario de Economía y Finanzas, doctor Juan, precisó que “tenemos dos faxes dando cuenta del tema, por ello se giró el expediente al área de Asuntos Legales”. El titular de esa repartición, doctor Raúl Hijano, indicó que esperaban recibir toda la documentación obrante en el municipio para opinar al respecto. Puntualizó que, si se trataba de un préstamo, se elaboraría un proyecto de ordenanza y se remitiría al Concejo para extender la pertinente autorización, tal como lo señala la Ley Orgánica de las Municipalidades. Se estableció que estos 400.000 pesos ingresaron al municipio el 30 de agosto y al día siguiente se abonaron los salarios de ese mes, hecho inusual considerando los problemas económicos del municipio. El envío era un tercio de una partida de 1.200.000 pesos que la Provincia habría autorizado girar a Necochea tras gestiones del intendente José Antonio Aloisi, el presidente del HCD Luis María Alsinet y los titulares de los tres bloques políticos, reclamando un aumento en la participación provincial en materia de salud. Los ediles aseguraron que “si el dinero llegó, fue producto de estas gestiones”. En los primeros días de septiembre se recibió un fax de la Provincia indicando que la remesa era un “anticipo coparticipable”, copia que también llegó a Municoy. A partir de allí comenzaron las discusiones entre Municoy y el Concejo por la carta en que el jefe comunal electo acusó de “anuencia silenciosa” a los ediles por la toma del empréstito sin la ordenanza correspondiente. El 11 de octubre se recibió otro fax precisando que los fondos serían “un préstamo destinado al pago de salarios e insumos del área de salud”, con devolución desde mayo de 1998 en 10 cuotas.
Arrieta retomaba sus labores
Tras dos semanas y media de ausencia, el secretario de Turismo, Carlos Alberto Arrieta, reiniciaba sus actividades oficiales, dejando de lado los trascendidos sobre su alejamiento del cargo. Junto al intendente José Antonio Aloisi, recorrió instalaciones de la Estación de Piscicultura en el Paraje Las Cascadas, acompañado por personal técnico de EMACSUR S.A., firma que cría langostas australianas. Durante la visita, el personal técnico explicó la adaptación de los ejemplares al entorno. Arrieta había abandonado sus labores tres semanas antes, presuntamente molesto por razones no confirmadas; su dimisión nunca se presentó por escrito ante el intendente, ni respondió a consultas del medio sobre su situación.///
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