Lunes 20 de marzo de 1995
Se iniciaba la renovación del Museo Histórico Regional
“Queremos que sea abierto a la comunidad”, decía el arquitecto Jorge Freitas y contaba que en la temporada habían pasado 5.000 personas
El Museo Histórico Regional del Parque Miguel Lillo había comenzado a transitar una nueva etapa, que se caracterizaba por una positiva renovación en su propuesta, la cual no había pasado inadvertida en la temporada estival.
El establecimiento se había constituído en uno de los principales atractivos para los turistas y residentes, quedando demostrado en el elevado número de personas que lo visitaron a partir de diciembre.
Fueron más de 5.000 las personas que habían accedido a la casona colonial, siendo conducidas por guías por las distintas salas donde se reflejaba el pasado de la ciudad y la zona.
El encargado del lugar -desde octubre pasado- era el arquitecto Jorge Freitas, quien había comenzado a imprimir a su accionar un estilo que apuntaba "a un Museo abierto a la comunidad" y que "se alimente del pueblo". Ese verano se habilitaban nuevas salas, como la relacionada con la historia de la ciudad, donde se exponían con un sentido didáctico, planos y fotografías que iban describiendo la evolución de Necochea desde los albores de su fundación hasta 1930.
En otra de las salas se reservaba su espacio al turismo y allí también podían observarse las placas gráficas de antiguos hoteles de la zona de la Villa Díaz Vélez, junto a otras que reflejaban sitios turísticos de la ciudad.
En la temporada se contaba con la Exposición del Colectivo portada por el Museo Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, la cual iba a ser reemplazada por la historia del transporte en Necochea.
Otro de los propósitos de Freitas era el de dotar de elementos a la Sala Naval, entendiéndose que una ciudad ubicada sobre la misma costa atlántica tenía que contar con material relacionado con la actividad pesquera, náutica, etc. Sin embargo, este sector era uno de los que cautivaba el interés de los niños, ya que habían podido comprobar cómo funcionaba el mecanismo de la bomba de aire ubicada junto al antiguo buzo.
"Es necesario hacer un Museo del Mar para intentar variar esa visión de ciudad pampeana que tenemos y tomar conciencia que vivimos junto al mar", decía el arquitecto Freitas.
Al campo y a las actividades rurales se le iba a reservar un espacio, tendiéndose a incorporar elementos que permitían mostrar, por ejemplo, la evolución de la cosechadora.
"También queremos formar el museo del sonido y la imagen, donde aparezca la voz de locutores, relatores y cantores. Hay cosas populares que son dignas de museo, porque todo marca un criterio histórico", manifestaba.
Puntualizaba que además se anhela contar con maquetas - que se asemejaran a los circuitos utilizados en nuestra ciudad para las competencias de Turismo Carretera.
Dentro de su esquema "por un museo vivo y dinámico", Freitas había dispuesto que se habilite una sala para albergar la biblioteca y un sitio para la investigación, al que iban a poder concurrir los estudiantes y todas las personas interesadas en rescatar datos.
Protesta de casineros
La comisión directiva de la Asociación Gremial Empleados de Administración, Maestranza y Servicios de los Casinos Nacionales, conjuntamente con trabajadores de ATE, realizaban una protesta frente al Ministerio de Economía de la Nación para manifestar su repudio al decreto 290/95, que permitía la reducción salarial sobre los haberes de los empleados públicos.
Así lo consignaba un comunicado de prensa firmado por Pedro Spagnuolo, de la Delegación Necochea, donde además se consignaba que posteriormente se marchaba a la sede central con el propósito de solucionar el funcionamiento de la obra social.
Se puntualizaba que “la misma es de uso igualitario de todos los trabajadores y no para el beneficio de unos pocos residentes en Capital Federal, que encolumnados detrás de un gremios estatal (UPCN), pretendieron con actitudes patoteriles amedrentar a los compañeros que en ese momento llevaban a cabo charlas con el directorio".
De acuerdo con lo comunicado, en breve plazo iba a ser dejado sin efecto el cobro por bonos adicionales, como así también el de los adicionales por internación.
Torre Blanca, en el “Playas”
El representativo de Torre Blanca de Capital Federal coronaba una buena perfomance a través de toda la competencia y se quedaba por buen margen de puntaje con la exitosa 40º edición del tradicional certamen de ajedrez Playas de Necochea", que se había realizado en los salones de la "Fundación Lubrano".
El campeón estaba constituído por Mariano Fraschini, Ernesto Méndez, Nahuel Díaz y Sergio Rago, totalizando 22 unidades, sobre 19,5 que sumó su escolta, el equipo de Fasgba (Federación del Sur del Gran Buenos Aires).
El mejor equipo local clasificado entre los dieciocho participantes había sido el de Necochea "A" (Juan Carlos Obregoso, José Luis Latorre, Gabriel Imhoff y Antonio Tristán), en la séptima colocación, con 15 puntos.
En una excelente tarea, quien era el actual subcampeón necochense Gabriel Imhoff se transformaba en el mejor tercer tablero del torneo y en el mejor local, conquistando cinco triunfos sobre seis presentaciones. El jugador de mejor promedio del "Playas", en el que estuvo en juego el Premio "Ecos Diarios" fue el representante de Fagemaa (Olavarría), Luis Rodi, con seis victorias y un empate sobre 7 presentaciones, logrando un 92, 857 de efectividad.///
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