Las energías en nuestro cuerpo
Los seres humanos estamos conectados energéticamente mucho más de lo que creemos. La influencia de otras personas, los espacios donde nos manejamos, la buena alimentación y el buen descanso, son factores claves para que en nuestro cuerpo convivan energías positivas
Casi sin darnos cuenta en muchos momentos de la vida, e incluso en algunos del día, decimos y escuchamos frases como: “Hoy me levanté pila, pila” o “estoy con las baterías bajas”, y es porque en nuestro interior nos recorren muchas vibraciones, que dependiendo sí son buenas o malas, nos terminan influyendo directamente en nuestro andar cotidiano.
Verónica Pagano, terapeuta Saama, contó que en la actualidad las personas cada vez más le prestan más atención a su interior y hacen todo tipo de consultas. “En realidad ya hace un tiempo que se viene hablando del tema de las energías, de cómo nos afecta. Nosotros somos energía vibrando, todo lo que existe en el mundo es energía vibrando a distintas frecuencias, como el viento, el agua, etc”.
Sobre por qué en estos momentos las personas se acercan a interesarse sobre estos temas, Pagano explicó que “hoy creo que somos más conscientes de esto y hay un montón de terapias nuevas que se enfocan en poder trabajar, desde la energía, que nos ayuden a corregir para nuestro propio beneficio. Antes, todo esto era como mucho más raro. Ahora la gente está más abierta, a que no somos solamente un cuerpo físico y que al hablar de sanación, por ejemplo, también tenemos que hacerlo desde la parte emocional y mental”
Quien trabaja desde la corriente Saama, indicó que lo más importante es la toma de conciencia. “Desde esta terapia es muy importante que el paciente, con el correr de las sesiones, pueda tomar conciencia de lo que le está sucediendo, para que pueda ir colaborando activamente con el propio proceso de sanación”.
Al momento de hablar de curación, todo es importante, según indicó la terapista. “Una buena alimentación, ejercicio y meditar para estar relajado. Todo tiene que ver con todo, hasta las personas con las cuales nos rodeamos y que a veces nos contagiamos de sus malas energías”.
La terapia Saama, que es totalmente espiritual y guiada desde los planos superiores, lo que hace es trabajar con el inconsciente, con todas aquellas cuestiones que estaban en dicho nivel, generando todo tipo de bloqueos, tanto mental, como físico. “A medida que los vayamos sacando, más allá de que con la terapia modifiquemos la vibración, la persona puede comenzar activarse”, relató Verónica Pagano al tiempo que agregó que además poder corregir todas aquellos pensamientos y creencias que venimos arrastrando desde nuestros ancestros y de otras vidas, “lo que gobierna a nuestras vidas es el inconsciente, nosotros somos consciente de un porcentaje muy chiquitito, por eso es importante poder modificar todas esas creencias, porque son las que van actuar en nuestra realidad”.
Lo que sí indicó Pagano que una vez que la enfermedad entró en el cuerpo se debe trabajar en lo físico y mental, nunca descartar lo espiritual por lo médico, ambas deben actuar.
Práctica oriental
Andrea Pinelli es practicante de medicina china, afirma que el hombre vive gracias a que sus reacciones químicas dan aportes energéticos. “Tomamos energía del exterior, obtenemos electrones que son los que transformarán nuestras células en materia electroquímica y las proteínas informaran, a esas células, qué cambios electromagnéticos existen en el medio, para que adapten su funcionalidad a ese medio”.
Por eso la utilización de una aguja metálica, insertada y manipulada en una zona bien vascularizada con agua y partículas con cargas, induce a un campo electromagnético.
“Cualquier cosa que pase en el exterior es informada al interior, a nuestro cuerpo, y todo reacciona para que se produzca una mejor o una peor condición de adaptación de esa energía. El cuerpo humano es capaz de adquirir, transformar e irradiar esas energías, es un traductor con el medio ambiente con una parte interna y una frontera con el exterior que recibe lo que puede venir desde ahí”, explicó Pinelli.
“Los practicantes de medicina china tenemos presente qué capa de energía vamos a trabajar del paciente, sí la primaria, la secundaria o la terciaria” y además detalló “que en la última es cuando el sentimiento, la emoción y la influencia climática han atravesado las dos primeras y ya no puede resistir más el organismo con todos sus mecanismos de defensa, para tolerar lo que está resistiendo”.
Todo esto termina alterando y dando una manifestación sintomática en órganos, vísceras o estructuras mismas del cuerpo, como son los músculos, articulaciones, tendones y a veces hasta los órganos sensoriales.
Hay dos maneras de intervenir a través de la medicina china, según relató Andrea Pinelli. “En lo que es la prevención se hace un análisis del cuerpo de manera rápida, pronta, no estar esperando a que aparezca la enfermedad. El practicante de medicina china tiene como prioridad llegar antes que la enfermedad, no cuando ya esté instalada, ya que es más difícil, porque se necesitan más tratamientos, más sesiones u otro tipo de abordaje”.
Cuando ya aparece la sintomatología es porque la enfermedad avanzó y nuestro cuerpo no pudo resistir más. “Lo bueno de todo esto es que el sistema energético es noble y siempre tiene una tendencia a la modificación beneficiosa a buscar el equilibrio solo. Nosotros colaboramos aplicando todo lo que tiene que ver con el método, para hacer esa variación, pero el organismo siempre es inteligente, es muy noble y siempre tiene tendencia a buscar su equilibrio”, dijo la practicante de la medicina china.
Las intervenciones se dan a través de limpieza, alimentación, además recomendando cuál hierba es mejor para consumir, lo mismo que el té, la sopa o qué alimentos se puedan consumir y cuáles evitar para que toda esa energía se pueda normalizar.
“Somos lo que pensamos, lo que queremos y miramos”
La frase de “somos un todo” se ajusta a lo que piensa y dice Elena Zalazar quien afirmó que “hoy la gente está tomando mucha más conciencia de todo esto, porque somos lo que pensamos, comemos y miramos. La gente se cuida mucho en eso, en alimentarse bien para tener otra energía, en no mirar noticieros, para que no le impacte negativamente”.
A la hora de abordar a un paciente que llega por primera vez a su gabinete, contó que “lo que hago primero es charlar con la persona que realiza la consulta, donde le hago algunas preguntas cómo ¿De qué trabaja? ¿En qué ambiente está? ¿Cómo se alimenta?”
Muchas personas que realizan una consulta, ya sea por una “limpieza energética” o un masaje terapéutico, siempre van buscando una respuesta en eso que le está pasando, donde siente que la energía se le está drenando.
La masajista dio un detalle interesante, que tiene relación con las otras dos entrevistadas, y es que en la mayoría de los casos se da por una mala alimentación o porque trabaja en lugares que tienen una carga emocional, como es el caso de los hospitales, que terminan absorbiendo la energía.
Para Zalazar es fundamental tomarse un tiempo, para poder mirarnos hacia el interior.
“A veces requieren mucho de nuestra presencia y energía, y no nos damos el tiempo suficiente para escucharnos que estamos cansados en nuestro trabajo, que necesitamos tomarnos un tiempo. Lo mismo sucede cuando se trabaja en ambientes con personas negativas que están todo el tiempo rezongando o enojados. Sí vos sos una persona que tiene una linda energía, todo eso te absorbe y se te pega toda esa baja vibración, por eso te sentís agotado, cansado y requiere de limpiezas energéticas”.
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