La voz del menor en un proceso judicial
Aldana Silva y Claudia De la Canal son dos profesionales especializadas, que forman parte del Instituto del Abogado del Niño con que se cuenta en Necochea
Aunque tiene vigencia desde hace tiempo, gran parte del conjunto de la sociedad aún tiene desconocimiento acerca de la figura del abogado del niño.
En efecto, éste es quien “deberá representar legalmente los intereses personales e individuales de los niños, niñas y adolescentes ante cualquier procedimiento judicial o administrativo que los afecte”, sin perjuicio de la representación ejercida por la Asesoría de Incapaces.
Así lo establece la Ley 26.061, a partir de la Convención de los Derechos del Niño.
En Necochea, desde hace unos dos años, funciona el Instituto del Abogado del Niño, que cuenta con unos 20 integrantes, entre ellos Aldana Silva (que lo preside) y Claudia De la Canal.
Entrevistadas en el programa “El Ciudadano”, emitido por televisión y que actualmente puede verse en Youtube, ambas profesionales subrayaron que, fundamentalmente, el rol del abogado del niño es hacer que la voz del menor no sólo sea escuchada, sino también tenida en cuenta en un proceso judicial al momento de tomarse decisiones. Confirmando que, en determinados casos, se contraponen los intereses del niño con los de sus progenitores.
Teniendo rango constitucional, este derecho de los niños a contar con un abogado es “de aplicación obligatoria”, tal como lo subraya Aldana Silva, precisando que en el proceso judicial “se le debe dar valoración a la opinión, a los intereses, a los deseos” del menor, representados por un profesional del Derecho, cuya prestación no tiene costo para la familia, surgiendo la designación del mismo por sorteo.
Claudia De la Canal comentó que “de a poco esta figura del abogado del niño se va haciendo conocida en el ámbito judicial” e indicó que “siempre la representación viene indicada desde una orden del Poder Judicial, dentro de una causa donde ya el niño está involucrado en sus intereses”
Destacó que dicha representación “es gratuita y para contar con ella las personas interesadas pueden recurrir al Colegio de Abogados o solicitarlo directamente en las causas judiciales en las que sean parte”.
PARTE ACTIVA DEL PROCESO
Añadió que el niño “es parte” del proceso, lo que significa que “puede indicar en la causa su derecho personal, fuera de la cuestión paternalista que existía anteriormente”. En otras palabras, el menor “puede decir y hacerse escuchar en cuanto a sus deseos, sus derechos personales de cómo quiere que esa causa siga”.
A modo de ejemplo, señaló el caso de un niño afectado por violencia familiar, por el cual se lo separó de su padre. Pero el menor en la causa judicial indicó que quería seguir viviendo con su progenitor. “Fue escuchado, un abogado del niño lo representó y en función de eso hoy se encuentra con su padre.
Por supuesto, evaluándose llas vulnerabilidades y determinando que no existe peligro para el menor”.
Aldana Silva explicó que “lo que se busca siempre es tener un mirada holística, integral, protegiendo el interés superior del niño, pero dándole mucha relevancia a la voz del menor. Nosotros venimos a ser mandatarios: traemos al proceso directamente lo que quiere el nene, los deseos y los intereses del niño, sin dejar de lado todas las cuestiones que estén vinculadas a un desarrollo procesal y a un bienestar del nene, tanto físico como emocional. El niño es parte activa porque se lo escucha y su voz debe ser valorada para cualquier tipo de decisión que lo afecte”
Precisó la abogada que “en los expedientes donde hay involucrados niños se trabaja en forma interdisciplinaria”, recordando que intervienen organismos como la Defensoría, la Fiscalía y la Asesoría de Incapaces, donde “cada uno desde su óptica vela por el interés superior del niño”,
DISTINTOS ROLES
En tal sentido, indicó que la Asesoría “tiene un rol estatal” respecto de los intereses del menor, en tanto que el abogado del niño tiene “una mirada particular e individual del nene, por lo cual se trae directamente su voz, más allá de lo que sea apropiado para resolver un expediente”.
Al señalárseles que los niños pueden estar influidos por sus progenitores, Aldana Silva tomó la palabra y destacó que, justamente, su labor es la de “poder dilucidar si lo que transfiere el niño realmente son sus intereses o si se encuentran viciados por otro tipo de intervenciones: ahí está, justamente, nuestro desafío como profesionales: interpretar lo que el nene nos quiere decir y saber si realmente responde a su necesidad, a su deseo”.
De la Canal precisó que los abogados que trabajan con niños hacen una especialización en la faz técnica. Pero reveló: “La práctica es lo que más nos da la posibilidad de llegar al contacto con los menores”
Al respecto señaló que “a veces es más fácil, a veces es más difícil, en ocasiones están involucrados los intereses de los padres influenciando sobre los niños, pero en todo eso se trata de hacer prevalecer el interés del niño y eso es lo que se lleva a la causa judicial, de modo que ese interés sea representado”.
También reconoció que en la sociedad “aún no hay demasiado conocimiento de la existencia del abogado del niño”, insistiendo en que su rol “es muy importante porque vela por los intereses propios de los niños”.
Insistió –coincidiendo con su colega- en que el rol del abogado del niño es diferente al de la Asesoría de Menores y al de otros organismos que intervienen en las causas judiciales. “Nuestro interés y nuestro ámbito de acción es sobre el interés propio del niño: tenerlos en cuenta y desde allí representarlos técnicamente”, explicó.
“LO MAS AMENO POSIBLE”
Aldana Silva, finalmente, subrayó que a través de su labor profesional procuran que la participación del menor al que representan en un proceso judicial sea “lo más amena posible”, teniendo en cuenta que si para un adulto resulta traumático, mucho más lo es para un niño.
De allí que sea común cierta reticencia a hablar ante psicólogos, abogados y otros profesionales o a presentarse en audiencias. “Es incómodo, genera malestar Por eso, desde nuestra parte tenemos que generar un vínculo de confianza, debemos abrirnos para que todo se desarrolle de la mejor manera, para lograr que la voz del nene pueda ser llevada al proceso”.
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