La jueza que coordina talleres de meditación en el penal de Batán
Aída Lhez guía estos espacios a fin de ayudar a los detenidos a modificar conductas, sobrellevar el sufrimiento y ponerse nuevos objetivos en la vida. Los beneficios y los logros de la iniciativa
Julieta Moreno
Redacción
Con buenos resultados, la jueza de Garantías, Aída Lhez, brinda talleres de meditación para los detenidos del penal de Batán a fin de ayudarlos a sobrellevar el sufrimiento, a modificar conductas y buscar nuevos objetivos en la vida.
El proyecto se puso en marcha en abril de este año. Primero comenzó con el personal del Servicio Penitenciario y luego llevó la iniciativa a los pabellones. Cada 15 días viaja y coordina los talleres a fin de acercar, a quienes están privados de la libertad, herramientas para modificar las conductas basadas en técnicas de meditación.
Si bien se trata de un proceso que lleva su tiempo, Lhez destacó los beneficios de la meditación y los logros que se han conseguido entre los internos. Relajarse, serenarse, dormir mejor son los primeros cambios, pero también mencionó las mejoras en la convivencia y la concreción de objetivos personales y también colectivos.
“Un lugar de sufrimiento”
“Yo hace mucho que vengo leyendo sobre el tema en una búsqueda personal”, expresó la jueza, dando cuenta de sus intereses en relación a la temática.
En determinado momento, decidió llevar la propuesta a Batán y actualmente, fuera de su actividad como jueza, viaja periódicamente cada 15 días para coordinar los espacios de meditación con distintos grupos dentro de la cárcel. Además, dictó algunos talleres en el Colegio de Magistrados, abiertos a todo público.
Durante los encuentros en el penal, ella explica y guía la meditación y se hace la práctica en forma colectiva. Además, les deja el material para que los detenidos puedan repetirlo todos los días, entre 20 y 30 minutos por día.
Sobre los talleres que brinda, indicó que “la intención es que los grupos sean de 100 personas, es decir, los pabellones enteros, aunque por supuesto es difícil de lograr” y agregó que en general se hacen para 50 o 60 personas, pero también se ha hecho para grupos más reducidos.
Quienes pueden poner en práctica las técnicas –según Aída Lhez- logran resultados enseguida y remarcó que “mucho más quienes están privados de la libertad que viven en condiciones terribles” y enumeró los problemas edilicios, de alimentación y de superpoblación que sufren en los penales. “Es un lugar de sufrimiento”.
Los beneficios de la meditación
“Lo que les posibilita a todas las personas que atraviesan una grave situación, estén o no detenidas, es que, si logran relajarse y entrar en la meditación, se van de ese lugar y lo único que sienten es paz, dicha y que nada te falta”, indicó Lhez, para explicar el primer beneficio inmediato.
Luego mencionó que, en un segundo momento, “el cerebro al meditar se organiza y después funciona mejor” y agregó que “al funcionar mejor la cabeza empieza a poder resolver cuestiones pendientes de una manera más fácil, es que como si las soluciones aparecieran mágicamente”.
El tercer beneficio –para ella-, siempre y cuando se practique en forma constante, es que se puedan ir “modificando las conexiones neurológicas que son lo que nos determina nuestra manera de ser, nuestra personalidad y que se formaron en nuestros primeros años de vida”.
En este sentido, explicó que el cerebro tiende a repetir la forma de funcionar y, justamente, estas técnicas de meditación buscan poder modificar estas estructuras y, por consiguiente, la forma de actuar. Destacó que es un proceso que lleva tiempo, pero que a medida que se practica empiezan aparecer los beneficios.
“En el caso de la técnica que llevo a Batán es una meditación dinámica en la que, además de un ejercicio de relajación, en una segunda parte se trabaja la información que hay en el inconsciente, la que nos afecta negativamente, y otra parte, en la que se trabaja lo que queremos modificar y ahí se medita con un objetivo personal, pero también colectivo”, detalló.
Buenos resultados
Sobre los resultados, la jueza remarcó: “A mí me llama mucho la atención los cambios que empiezo a ver”, y señaló, entre ellos, la mejora en la convivencia.
Para ejemplificar los logros, contó el caso de uno de los pabellones de mujeres. “Ellas se organizaron para hacer diariamente la meditación grupal y yo les dije que intenten poner un objetivo en común y uno personal y les expliqué que esto las podía ayudar a concretar algún proyecto”. Este pabellón, integrado por mujeres, quería tener un taller de costura y, entonces, acordaron meditar con este objetivo.
“Fue maravilloso cuando repentinamente llegó un defensor oficial y trajo una máquina de coser nueva y telas”, contó y aclaró que “cuando uno está dispuesto, las cosas llegan”. Lhez, además, consiguió una máquina más y las internas comenzaron a cumplir su proyecto.
Sin haberlo tramitado, les llegaron las máquinas y se pusieron a coser. “Lo que han cosido y lo que están cosiendo, no se puede explicar”, expresó, agregando que además esto cambió los vínculos en el pabellón. “Primero se unieron con la meditación y ahora con el proyecto de costura”.
Por supuesto que no en todos los pabellones se han logrado cambios tan importantes porque en la mayoría de los casos, les lleva tiempo confiar, involucrarse y mantener el ritmo de meditación. No obstante, dijo que muchos empiezan a ver algunos beneficios de esa relajación como, por ejemplo, dormir bien, que no es poco.
“Esta herramienta les sirve no sólo adentro de la unidad sino para cuando recuperen la libertad que se encuentran obstáculos terribles”.
Para terminar, contó que inició esta actividad porque “tiene que ver con una búsqueda personal”, pero también porque a los 20 años empezó a trabajar en lo que era el Tribunal de Menores y, por lo tanto, siempre tuvo un contacto muy directo con el sufrimiento de las personas que atraviesan un proceso judicial. “Esto me ha influido y siempre he trabajado en pos de alivianar el sufrimiento de quien está inmerso en esas situaciones. No es justificar sino entender”.
Recalcó que, por supuesto, son personas que “inevitablemente tienen que estar detenidas”, pero, de esta forma busca que puedan tener una nueva oportunidad.///
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