Hace 130 años llegó el tren y cambió todo
La llegada del ferrocarril al Partido de Necochea, en 1894, puso a la ciudad en una nueva era y significó una revolución para las comunicaciones y el desarrolló el interior del distrito
JUAN JOSE FLORES
Redacción
Al fundarse la ciudad, los pioneros ya imaginaban que en un futuro no muy lejano la desembocadura del Quequén se podía convertir en un puerto importante, las comunicaciones con las otras nacientes ciudades del interior bonaerenses eran tan lentas como los vehículos a tracción a sangre de la época.
La nueva región pampeana carecía de ríos navegables (a diferencia del cordón del cereal en los Estados Unidos, que tuvo acceso al Mississippi) y la carretera no era un transporte económicamente idóneo para mercaderías de bajo valor por unidad de peso.
En 1883, dos años después de la fundación de Necochea, la tonelada transportada por carretera costaba $7,50 oro por cada 100 kilómetros, mientras que por barco de vela sólo costaba $1,40 oro.
En esas circunstancias, la construcción del ferrocarril (el costo de transporte era de $1,50 oro la tonelada/cien kilómetros) aparecía como condición indispensable para hacer rentable la explotación económica de vastas extensiones pampeanas.
Sendas de hierro
El ferrocarril llegó a Necochea el 1º de agosto de 1894. La línea había comenzado su tendido en la Capital Federal y llegado hasta Chascomús, para luego continuar hasta Dolores en 1857.
El tramo entre esta última población y Ayacucho se habilitó en 1863, para después concretarse los 88 kilómetros hasta Balcarce.
Las vías tardaron varios años en cubrir los 105 kilómetros que separan a esa ciudad de Quequén.
El 24 de noviembre de 1892 arribó el primer convoy hasta la estación de la vecina localidad.
Para materializar el enlace entre Quequén y Necochea -sólo 1,5 kilómetros- transcurrieron dos años más, aunque la construcción del puente ferroviario había comenzado en 1890.
Más de 500 trabajadores tomaron parte en la construcción de este paso, realizado con materiales que llegaron en 1891 a través del naciente puerto local.
La llegada del ferrocarril a Necochea significó un revolucionario avance para el transporte de la época.
La jornada del 1º de agosto de 1894 resultó una verdadera fiesta para la ciudad, cuando arribó ese primer tren con vagones de pasajeros y cargas.
Entre los viajeros ilustres y personalidades se destacaba el doctor Carlos Pellegrini, ex presidente de la Nación.
El primer jefe de la estación, Lorenzo Revol, hizo repicar 21 veces la campana y numeroso público se dio cita en el lugar para adherirse a la celebración.
Impacto en la región
Al trazar una pintura de la época, el historiador necochense Egisto Ratti escribió que “el 20 de noviembre de 1908, al inaugurarse el ramal Tamangueyú-Lobería-Tres Arroyos, el ferrocarril cruzó importantes zonas productoras de cereal, dando paso a ventas y remates de tierras en la denominada mejor región triguera del mundo”.
El tren también motivó la conformación de poblados como La Dulce, que es la localidad más antigua del interior del distrito, y el pueblo Cooper, luego Defferrari.
El 15 de octubre de 1908 se inauguró la línea Necochea-Lobería-Tandil y, en consecuencia, los trenes comenzaron a llegar a nuestra ciudad por vía Tandil y vía Ayacucho.
El ferrocarril continuó siendo el principal medio de transporte de pasajeros con el que contó la ciudad durante décadas.
Decenas de personas trabajaban en la estación. En aquella época los trenes eran a vapor y además de los guardas, se hacía necesario el empleo de maquinistas y foguistas para poder hacer funcionar los gigantes de hierro.
No obstante, la aparición de los servicios de ómnibus de larga distancia y la falta de mantenimiento del puente ferroviario comenzaron a atentar lentamente contra la continuidad del tren en Necochea.
El desgaste del puente hizo que el paso de trenes fuera cada vez más dificultoso, hasta que en diciembre de 1968 se decidió clausurarlo y Necochea se quedó definitivamente sin tren. Si bien la estación continuó funcionando durante varios meses más como expendedora de boletos.
El cierre definitivo de la Estación significó el fin de un ciclo que cerró en 1980, con la caída del puente ferroviario durante la inundación.///
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