“Esta institución es mí segundo hogar y me brindó trabajo digno”
Subrayó María Victoria García, quien desde hace 36 años se desempeña laboralmente en la Cámara Comercial e Industrial de Necochea. “Mis padres me inculcaron la cultura del trabajo”, acotó
Mario Maruca
Redacción
María Victoria García comenzó a trabajar en la Cámara Comercial e Industrial de Necochea en 1989 y en enero pasado, cumplió 36 años desempeñándose en distintas áreas de la entidad.
“Encontré a una comisión directiva muy unida y participativa, y un gerente que me enseñó mucho en su momento. Además, compartí la labor con buenas compañeras y el objetivo fue desde siempre brindarse en beneficio del comerciante”, sostuvo la popular “Vicky”.
De sus comienzos, recordó que “en esa época, la información que se brindaba a la comunidad era mediante la realización de comunicados de prensa y volantes que se repartían por todo el microcentro, algo que también me tocó realizar”.
García reconoció que la entidad de calle 63 entre 64 y 66, mantuvo activa participación “en temas que preocupaban a todos: por ejemplo, inspecciones, la inseguridad, problemas que se generaban con el municipio; limpieza y reparaciones en sectores del microcentro, habilitaciones de comercios, etcétera”.
Labor en conjunto
Victoria hizo un balance de su labor a largo de más de tres décadas y resaltó que las acciones se llevaban adelante “en comunión con otras instituciones como la Federación Agraria Argentina (representante del campo), la Asociación de Hoteles y Afines, Sociedad Rural y Comisión Municipal de Turismo.
“Se participaba en las Fiestas Patronales de la ciudad, contábamos con un stand en la Exposición Anual de la Sociedad Rural, también se realizaban cenas para los comerciantes, concursos de vidriera, sorteos y el dictado de cursos de interés general”, enumeró la trabajadora.

“Es mi segundo hogar”
Aseveró durante la charla con Ecos Diarios que “quiero a esta institución y es mi segundo hogar. Quienes pasaron por la entidad me enseñaron mucho y brindaron un trabajo digno”.
Tantos años en funciones en la Cámara Comercial e Industrial, llevaron a que María Victoria García atravesara buena parte de su vida en ese lugar. “Pasó mi juventud, contraje matrimonio, fui madre y hasta me tocó transitar por una enfermedad como el cáncer. Acá estoy con mi trabajo y pronto, en 2 años, me jubilare”, expresó.
“Cuando me inicie en la Cámara Comercial e Industrial lo hice como secretaria administrativa, con atención al asociado y público en general”, señaló y reconoció que “después de muchos años, en un momento cuando comenzó el servicio de Bapro Pagos, desarrollaba las dos labores a la vez. Había un cajero a la mañana y en mí caso, cobraba a la tarde y continuaba con las labores administrativas”.
Creció el pago de servicios
El pago de servicios domiciliarios, tributos y demás impuestos, hizo que la entidad dispusiera de la apertura de un local lindante a las oficinas administrativas de calle 63, a los fines de atender las necesidades de la comunidad.
“Realmente, fue un trabajo que me gustó mucho y desde hace 17 años, aproximadamente, me desempeño como cajera. Hay un público muy variado que concurre a la boca de pagos, pero en su mayoría, buenas y agradables personas, y hasta nos miman con golosinas”, enfatizó.
Como conclusión acerca de una realidad que muchas instituciones (deportivas, sociales, entre otras) atraviesan, Victoria sostuvo que “las personas tienen poco tiempo de participar en ellas por diferentes compromisos asumidos y esta situación es una verdadera pena”.
Perfil
Sus padres le inculcaron la cultura del trabajo y el respeto
María Victoria García nació en Necochea, está casada y es madre de dos hijos varones, quienes desde hace algún tiempo residen en la ciudad de La Plata y trabajan en la capital provincial.
“Mis padres me inculcaron la cultura del trabajo, el respeto y ser respetada”, destacó en otro tramo de la conversación con Ecos Diarios.
Añadió que “comencé a trabajar a los 15 años, en la estación de servicio de Armando J. Ríos, en Quequén, y luego me desempeñé en el Vivero San Miguel, que pertenecía a mis tíos”.
Desde sus inicios en la Cámara Comercial e Industrial, se abocó a la labor administrativa y atención al cliente y a los propios asociados durante un buen tiempo.
Posteriormente, sumó a sus actividades el cobro de servicios domiciliarios, sellados y tributos, cuando la institución dispuso de la apertura del Bapro Pagos.
En enero pasado, la popular “Vicky”, cumplió 36 años de trabajo e ingresó en el camino que la llevará al beneficio de la jubilación en poco tiempo.
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