En busca de romper sus propios límites
Gabriel Díaz Fabiero sueña desde Helsinki con volver a las competencias de natación de élite. Para ello comenzó a entrenar con el objetivo de llegar al campeonato de España
Por Juan José Flores
Redacción
En la tarde del viernes, en Turku, Finlandia, la temperatura llegó a los 23 grados. Gabriel Díaz Fabiero había viajado hasta allí desde Helsinki para acompañar a su novia a ver un torneo de crossfit y “aprovechar el fin de semana”.
Hace sólo cinco años era difícil imaginar, para el propio Gabriel, que un día estaría trabajando como guardavidas en una piscina en el centro de Helsinki y dando clases de natación en inglés.
Considerados por muchos especialistas como la figura de relevo para Eduardo Otero, Gabriel tuvo una impresionante carrera en las categorías formativas y llegó a integrar la selección argentina de natación entre 2005 y 2009.
Esto lo llevó a ser contratado por River Plate en 2010 y a integrar el equipo campeón del Argentino de clubes.
Sin embargo, en ese momento se alejó de la natación y se fue a trabajar a España. Cuando volvió se puso a estudiar el profesorado de Educación Física en el Instituto de Formación Docente Nº 31.
En la última década hizo varios intentos de volver a competir a nivel selección y llegó a ganar el campeonato provincial. “En el 2014 salí campeón argentino universitario representando al Instituto 31 de Necochea”, explicó Gabriel. Al año siguiente representó al Club Regatas de Mendoza en la Copa España en Chile, donde también compitió su hermana Belén.
“Fui al Campeonato Argentino y otra vez salí Campeón Universitario”, recordó Gabriel. Pero después volvió a alejarse de la natación. Aunque como él mismo reconoce: “nunca me alejé del todo”.
En 2019 se fue a España a trabajar como rescatista en la localidad balnearia de Salou, en Tarragona. “Estuve allí siete meses, conocí a una chica finlandesa y me puse de novio”, explicó.
Fue precisamente Maari Lehtoviita, una fisioterapeuta y crossfiter de 27 años, el motivo por el que Gabriel se encuentra este fin de semana en Turku, la vieja capital de Finlandia.
“Terminada la temporada en España nos quedamos un tiempo más en Valencia y desde finales de enero que estoy viviendo en Helsinki”, explicó el nadador.
Volver a competir
“La cuarentena te hace replantear un montón de cosas y me sirvió para ordenar mis ideas y pensar qué es lo que quería de mi vida. Así que decidí encarar el proyecto de volver a competir”, afirmó Gabriel.
Para ello comenzó a entrenar y siente que ya se encuentra en condiciones para competir en torneos a nivel comunidades en España.
El plan es volver a España junto a Maari. “Estar en Helsinki es circunstancial. Nos queda un mes y medio en Finlandia, luego volvemos a España”, señaló.
Afirmó que vivir en el país escandinavo no es fácil. “Si no hablás finlandés es complicado. Yo hablo inglés, pero no es lo mismo”, comentó.
Mientras tanto, no ha perdido tiempo. “Estoy entrenando desde hace tres meses. Tengo un programa de natación que me armó Federico Diez Andersen, del club Once Unidos de Mar del Plata”, explicó.
“Y estoy trabajando la parte psicológica con Gustravo Ruiz, que es el psicólogo de Paula Paretto”, dijo Gabriel.
Él cree que su éxito depende en gran parte de lograr fortalecer ese punto. “Siempre fui un nadador fuerte en cuanto a lo físico, no sufrí ninguna lesión, pero la cabeza era uno de mis puntos débiles y es donde ahora estoy trabajando”, afirmó.
“Es muy importante, es clave. Básicamente es donde está la diferencia entre un deportista de élite y un amateur”, señaló.
Volver a España
Los objetivos que Gabriel se ha propuesto para este año son claros. Mientras da clases de natación en inglés, la cuarentena también le permitió incursionar en un campo desconocido como entrenador y profesor de natación a través de la virtualidad.
A través de su página web comenzó a dar clases a distancia y realizar asesorías. Esto también hizo que ya tenga varios alumnos esperando su regreso a España.
El plan al volver a Valencia es federarse a algún club para competir en el campeonato autonómico de la Comunidad Valenciana. Eso le daría la posibilidad de clasificar al campeonato de España. Esa es la primera meta de este nadador de 28 años.
Su sueño es volver al nivel de selección y calzar la celeste y blanca junto a su hermana Belén.
Por estos días Belén se prepara para radicarse en España y competir en el Club Barcelona.
Los roles se han invertido. Hace dos años Gabriel fue el entrenador y asistente de Belén durante las tres etapas del Marenostrum (Barcelona-Canet-Mónaco). Ahora es ella la que lo asesora en su preparación para volver a la competencia.///