El Parque Miguel Lillo transversal a todas las estaciones del año
El “pulmón verde” de la ciudad es disfrutado durante los 365, por necochenses y turistas
El Parque Miguel Lillo es un verdadero paraíso natural de más de 640 hectáreas, denominado el pulmón verde de Necochea. Este inmenso predio ofrece múltiples opciones para disfrutar de la naturaleza, la recreación y el descanso, convirtiéndose en un destino ideal para todas las edades y preferencias.
El Parque Miguel Lillo nació gracias a un ambicioso proyecto de forestación impulsado a principios del siglo XX con el objetivo de fijar los médanos costeros y además de ser un regenerador de oxígeno para la ciudad.
Desde su nacimiento hasta la actualidad esta inmensa arboleda se fue transformando a través de la mano del hombre, de manera positiva y otras no tanto. Cada vez más son más los habitantes del distrito que disfrutan de este monumento, que nos conecta a fondo con la naturaleza.
El Parque Miguel Lillo cuenta con una extensa red de senderos que atraviesan frondosos bosques de pinos, eucaliptos y acacias. Caminar por estos senderos es una experiencia única, ya que permite conectar con la tranquilidad del entorno, escuchar el canto de los pájaros y respirar aire puro.
Por esos mismos caminos muchos amantes de la bici aprovechan para realizar grandes recorridos, algunos con el simple hecho de hacerlo de manera recreativa y otros en plan de entrenamiento, aprovechando los diferentes relieves que ofrece el lugar.
Para los amantes de la fotografía es un escenario fantástico, ya que dentro de él se encuentran sectores ideales para el ojo del fotógrafo. Bodas, cumpleaños, eventos culturales, book para agencia publicitarias, han llevado el sello de una de las grandes joyas que tiene Necochea.

Los fines de semana es un paseo obligado, aún cuando el día amerite ir a la playa. Por la gran cantidad de sombra, por el aire que por allí transcurre, es un lugar propicio para los que no gustan de ir a la playa, pero que encuentran en él la manera de poder refrescarse.
Asimismo en épocas no veraniegas, el Parque Miguel Lillo pasa a ser “él” lugar de encuentro para gran parte de los habitantes del Partido. Un gran trayecto de “La vuelta al perro” es ocupado por éste, donde se pueden ver a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores disfrutar de este sitio, que puede ser disfrutado durante los 365 días del año.

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