Domingo 23 de julio de 1995
La desocupación trepaba al 14 por ciento en Necochea
Los empleados de comercio y los peones rurales eran los sectores más castigados en el distrito
Las últimas cifras difundidas por el gobierno nacional (18,6 por ciento de desempleo), servían para que se tomara real conciencia del crudo panorama de vastos sectores de la sociedad.
Mientras tanto, en Necochea y Quequén también este drama se hacía sentir: ahora trepaba al 14 por ciento, en tanto que la subocupación era del 6 por ciento. Tres meses atrás, las estadísticas se ubicaban en el 11,5 por ciento y el 4 por ciento, respectivamente.
Detrás de estos números fríos que graficaban con absoluta precisión las consecuencias del flagelo, convivían distintas historias de frustraciones y desamparo, aunque todas estaban emparentadas por un único detonante.
El titular de la Delegación local de la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Gastón Guarracino, sostenía que las cifras que se manejaban en el distrito de Necochea eran similares a las verificadas en partidos vecinos donde tenía jurisdicción la dependencia a su cargo, como Lobería.
"El problema social que trae aparejado un despido lo vemos a diario y así es como debemos atender a personas que vienen llorando porque no tienen medios para comer, una vivienda u obra social para proteger la salud de sus hijos", afirmaba el funcionario. Manifestaba que en el ámbito laboral local había sectores que figuraban a la cabeza de los más castigados a la hora de los despidos, remitiéndose a las estadísticas que se elaboraban a través de la labor del Departamento de Conciliación de la Subsecretaría de Trabajo, que además se nutría de los informes mensuales que pasaban los respectivos gremios.
Recordaba que a lo largo de 1994 se producían 500 despidos en total (seguramente había más que no se daban a conocer a las autoridades), mientras que ahora hasta fines de mayo se llevaban verificados 250 despidos. El promedio mensual era de 44 cesaciones laborales.
La estrepitosa caída en las ventas era una de las causas para que el rubro del comercio fuera virtualmente diezmado. En 1994 había 139 trabajadores que quedaban sin su fuente laboral y hasta mayo del corriente año se comprobaban 32 despidos.
En la estadística podía observarse que le seguían los peones rurales (52 despidos el año pasado y 30 en 1995).
Se ubicaban luego los trabajadores de la alimentación (STIA), quienes experimentaban el mayor impacto ese año con 40 despidos, contra 26 de 1994.
En la construcción, las cifras permitían establecer que se producían 37 despidos el año pasado y 33 en 1995, en tanto que en el servicio doméstico 80 personas quedaban sin trabajo en 1994 y 31 sufrían el despido en 1995.
Otro de los segmentos laborales más castigados era el de la sanidad, con 41 despidos ese año (7 de 1994). El cierre de una clínica privada en la zona de la Villa Díaz Vélez provocaba que se agudizara el panorama del sector.
Plaza en 9 de julio
La construcción de una plaza era el principal objetivo de nucleamiento habitacional y sus inmediaciones, se carecía de un espacio de esta naturaleza. Por este motivo, los fomentistas se fijaban el propósito de concretar el preciado anhelo antes de fin de año y en esa dirección se encontraban trabajando. la Junta Vecinal del Barrio 9 de Julio,
El tema mencionado formaba parte de una vasta serie de actividades que llevaba adelante la entidad en beneficio de los pobladores de una amplia zona de la ciudad, que no solamente se limitaba al radio donde se levantaban las casas del barrio sino que se extendía a otras manzanas.
"La idea nuestra es que podamos contar con una plaza antes de fin de año, porque vemos que es una de las necesidades mayores que tenemos aquí", expresaba el presidente de la Junta Vecinal, Alfredo Ullúa, quien se encontraba acompañado por la tesorera, Margarita Mazza.
Villa campeón
Villa del Parque, desde los doce pasos, después de haber empatado en cero con Ateneo Juvenil a lo largo del tiempo reglamentario y en el suplementario, se erigía en ganador del Apertura del fútbol de Ascenso local y de esta manera se quedaba con la primera mitad del camino para llegar a jugar los domingos en Primera.
La igualdad se mantenía hasta el término de las cinco ejecuciones: Gustavo Arnedo, Morales, Marcos Arnedo y Rodríguez convertían para Ateneo; en tanto Moyano, Di Fiori, Macías y Fernando Reyna anotaban para Villa.
Pablo Torres, de Ateneo, con tiro fuerte al medio, convertía e iniciaba la serie de penales uno y uno para encontrar al ganador del Apertura. Marcelo Laserna, de Villa, replicaba con un soberbio disparo que se colgaba en el ángulo izquierdo de Campitelli. Nuevamente iguales.
Tieftrunk se acomodaba la mano y Lacasagne iba por su penal. No podía ser, el vuelo hacia su izquierda del arquero de Villa desviaba la esperanza canaria.
Todo quedaba en el botín de Mauricio Fernández. Era la carrera al gol, a la victoria, al campeonato. Villa se quedaba con el Apertura. Los festejos emocionados se iniciaban en la cancha y todavía resonaban a través de su gente por las calles de la Playa.
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