Día del Carpintero: uno de los oficios más antiguos y tradicionales
En el Día del Carpintero, dialogamos con diferentes trabajadores de Necochea y nos contaron la evolución del oficio
Como cada 19 de marzo se conmemora el Día del Carpintero, una de las festividades más destacadas de la Argentina. La mismo le rinde tributo a uno de los oficios más antiguos y populares del mundo.
Esta fecha se conmemora en honor a José de Arimatea, padre de Jesús de Nazareth, que según dicen las antiguas escrituras era carpintero.
En este marco, desde Ecos Diarios visitamos, en primer lugar, la carpintería de la familia Knudsen. Para ellos es una tradición que ha pasado de generación en generación. Mauricio Knudsen, uno de los integrantes, es carpintero desde que tiene memoria y sigue trabajando junto a sus hermanos Gerónimo e Isidro. "Todo el equipo es la familia", afirma con orgullo.
Desde los 15 años, Mauricio comenzó a involucrarse en la carpintería, y con el tiempo, decidió dedicarse de lleno a este oficio. "Me dedico a la carpintería hace unos 20 años", comenta. Y su motivación para seguir el camino de su padre, Raúl, un carpintero experimentado, fue clara. "Al ver a mi papá, me empezó a gustar el oficio y me quedé con él", dice.
Para Mauricio, una de las principales ventajas de ser carpintero es la constante renovación del trabajo. "Cada proyecto es diferente. Nunca se trabaja con lo mismo, y eso lo hace muy interesante", destaca. Sin embargo, también hay desafíos. "Hoy en día, el mayor problema es la falta de materiales. No conseguimos la misma cantidad ni variedad de maderas como antes", explica.
En ese sentido, Gerónimo, otro de los integrantes, comenta que “es un gusto trabajar en familia. Nos entendemos mejor y sabemos cómo organizarnos. A veces, trabajar en familia facilita mucho las cosas", expresó.
"Lo que más me gusta es ver el trabajo terminado y saber que el cliente quedó conforme. La satisfacción de hacer bien las cosas es lo más importante", concluyó Gerónimo.
Luego, visitamos la carpintería de Nicolás Kuch y Jesús Olalla, ambos tercera generación. Trabajan melanina y hacen todo tipo de carpintería tradicional.

“Mi abuelo, mi padre, y ahora yo. Desde los 16 o 17 años empecé a trabajar en el taller. Crecí entre virutas de madera, aprendiendo y perfeccionando el oficio", comentó Nicolás.
“Es una cosa que la llevo en la sangre. Me gusta, porque cada trabajo es una cosa particular y es una satisfacción”, expresó.
Con respecto al avance de la tecnología, Nicolás comenta que “la maquinaria ha optimizado los tiempos de trabajo, y los materiales actuales resisten mejor la humedad, también han hecho una gran diferencia. La madera sigue siendo fundamental, pero los nuevos materiales permiten un trabajo más eficiente y duradero. Hace 20 años, los muebles no resistían tanto las inclemencias del clima como ahora”, explicó.
Por su parte, Jesús, también carpintero de tercera generación cuenta que “aprendí a los 16 años. Al principio, trabajar con la familia no es fácil, pero con el tiempo le fui tomando amor al oficio.
"Me gusta más trabajar la madera, es más noble. Aunque ahora también trabajamos con melamina, pero prefiero la madera”, comentó
En cuanto a los cambios con la tecnología, Jesús coincide con su colega y dice que “ahora hay más maquinarias, entregas más a tiempo las cosas”, expresó.
Luis Buenocuero, una vida dedicada a la carpintería
Por último, visitamos la carpintería de Luis Buenocuero más conocido como “Cacho”, que tiene 86 años y es un referente en el oficio de la carpintería. En una charla distendida, rememora su trayectoria que comenzó en 1964. A lo largo de más de 50 años de trabajo, se destacó por su dedicación y pasión por el oficio.
“Comencé a trabajar por cuenta propia en 1964 y hasta hace tres años estuve en el oficio”, comenta con nostalgia. Su historia en la carpintería comenzó cuando se mudó a Buenos Aires, donde trabajó durante ocho años. Posteriormente, se trasladó a la ciudad de Necochea, donde, junto a un socio, estableció su propia carpintería. En esos primeros años, su empresa abastecía a las principales mueblerías de la región como Ecomar, Costa Mar, El Emporio Moderno y Ostende.

“Los últimos 15 o 20 años, trabajé para Guillermo Zorzi, de los cuales estoy agradecido de haberle trabajado. Gracias a él pude retirarme más o menos en condiciones”, manifestó Cacho.
“Lo que más me gusta del oficio es la carpintería en general. Hoy en día, lo que más se hace son muebles”, señala.
Por último, Cacho envió un mensaje a todos. “Un saludo para todos, sobre todo para los chicos. Ya voy a cumplir 87 años, así que quedamos pocos colegas de la vieja escuela. A los jóvenes, los felicito por haber avanzado, por poner sus máquinas nuevas. El trabajo es la única forma de salir adelante y tener una familia”, concluyó con una sonrisa.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión