Con las maletas llenas de arte e ilusiones
Claudio Wilson y Bárbara Rodríguez quedaron varados en México en 2020, cuando las fronteras de los países se cerraron por el avance de la primera ola del Covid-19.
En marzo de 2020 Claudio Wilson y Bárbara Rodríguez se encontraban en la etapa final de una gira por Latinoamérica que los había llevado por Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Guatemala y México.
Mientras desde Asia el Covid-19 comenzaba a expandirse rápidamente hacia otros continentes, Claudio y Bárbara se preparaban para regresar hacia Argentina por tierra, atravesando toda Centroamérica.
Pero de pronto las fronteras de México se cerraron y los vuelos hacia Argentina quedaron suspendidos. La pareja de artistas pensó en viajar a Estados Unidos para de allí tomar un vuelo hacia nuestro país, pero no pudieron hacerlo. Tampoco pudieron lograr cruzar la frontera hacia Bélice o Guatemala.
Muevemundos de gira
Claudio y Bárbara son pareja desde hace 10 años y ambos son egresados de la Escuela de Artes A orillas del Quequén.
Cinco años atrás, en 2016, crearon la compañía “Muevemundos” y surgió la idea de realizar una gira. Con dos obras teatrales, una de creación propia y otra escrita por Alberto Santilli, una mochila, una valija con instrumentos musicales y algunas otras pocas pertenencias, Bárbara y Claudio partieron hacia la aventura.
Sus escenarios fueron la calle, escuelas, centros culturales, teatros o incluso la selva, donde sus espectadores fueron niños y adultos de los pueblos originarios. Así viajaron por Chile, Bolivia y Perú. Después siguieron a través de Ecuador y Colombia.
Obras de teatro, música y talleres de expresión corporal abrieron a Bárbara y Claudio un camino de crecimiento y grandes experiencias. Cuando partieron de Necochea él tenía 28 años y ella 26.
No habían realizado grandes viajes ni tenían mucha experiencia en espectáculos itinerantes. Pero fueron bien recibidos allí donde fueron y una red de artistas les abrió la puerta para poder ofrecer sus espectáculos pueblos, ciudades, grandes capitales, escuelas rurales y festivales internacionales.
Tras cuatro años de gira, en marzo de 2020, Claudio y Bárbara se proponían pegar la vuelta por tierra. Habían viajado miles de kilómetros en ómnibus, a dedo, caminando y en avión.
La idea era regresar por tierra a través de Centroamérica para llevar su teatro y su música, pero entonces comenzó la pandemia y quedaron varados en México.
Las primeras semanas subsistieron con el dinero que habían logrado recaudar en la gira, pero luego la preocupación fue reunir dinero para poder pagar un vuelo hacia la Argentina.
Si bien se comunicaron con el país y pidieron ayuda para regresar, no recibieron ninguna respuesta y fue gracias a amigos e instituciones que pudieron comenzar a recaudar fondos para pagar el viaje.
“Si bien no llegamos al objetivo de la recaudación, logramos visibilizar por las redes parte del trabajo artístico por Latinoamérica, además, nos mostró la red artística con la que contamos”, dijo Claudio. “Fue muy bonito sentir como muchísima gente de diferentes países se acercaba a nosotros para preguntarnos de que manera podían ayudarnos, incluso aquellos que también estaban pasando por un momento de vulnerabilidad”.
“Por suerte en noviembre del año pasado se comenzó a abrir un poco y pudimos volver a trabajar”, explicó.
Así fue como a principios de este año Claudio y Bárbara pudieron regresar al país. “Los recuerdos, las anécdotas y las sonrisas las traemos dentro de nuestro corazón, como también la sabiduría ancestral latinoamericana, sus rituales, sus cantos, sus poesías y sus lenguas”, señalaron.
Si bien, “Necochea siempre fue dura para habitarla, y más siendo artista”, Claudio comentó que este año piensan quedarse en la ciudad. “Vamos a enfocarnos en producir y seguir alimentando lo que ya traemos en repertorio mas todo lo nuevo que ha ido saliendo, tanto lo musical como teatral”, señaló.
Presentarán un disco que grabaron en Ciudad de México, mientras ensayan nuevas obras de teatro y quieren transmitir todo el conocimiento adquirido a través de talleres y seminarios. “Venimos con propuestas nuevas como el Teatro Espontaneo, donde los actores y músicos improvisan corporalmente historias que el público cuenta. Una experiencia transformadora no solo para el que lo personifica, sino también para quien lo ve”, concluyó.///