Aquí están, éstas son las visitas del Doctor
Vivencias e historias de Carlos Bilardo en Necochea
La serie documental sobre Carlos Salvador Bilardo, “El Doctor del Fútbol”, ha sido tendencia en las redes sociales y también tema de agenda en los últimos días. El trabajo que se estrenó el último jueves por HBO Max, es altamente recomendable y se lo puede ver al DT campeón del con Argentina en 1986, desde varias aristas, con material inédito y sin caer en lugares comunes.
En virtud de ello, hemos decidido tomar la serie como disparador y el aniversario número 41 de su desembarco como DT de la Selección, para repasar las visitas más significativas a nuestra ciudad, de un paradigma de nuestro fútbol y un adelantado, que hasta el día de hoy es reconocido a nivel mundial. No solamente por sus títulos, sino por sus enseñanzas.
La primera aparición del papá de Daniela y el marido de Gloria Di Bello, en Necochea data del 7 de enero 1968. Cuando arribó como jugador de aquel Estudiantes de La Plata dirigido por Osvaldo Zubeldía, tan revolucionario como resistido, que venía de constituirse en el primer equipo de los denominados “chicos”, en consagrarse campeón de nuestro fútbol de Primera, luego de vencer en la final del Metropolitano de 1967 por 3-0 al Racing de Juan José Pizutti (luego campeón de América y primer campeón del mundo), en el histórico Gasómetro de San Lorenzo y subcampeón del primer Torneo Nacional, disputado también en 1967.
Ese verano Estudiantes se alojó en el Parque Hotel, ubicado en la calle 87 entre 6 y 8. Allí el cuadro estudiantil, llegó por los contactos que mantenía con el mundo del fútbol, Mario Guelfi. Alguien muy especial además en la vida de Bilardo (ya que se conocían de los inicios de Carlos en San Lorenzo de Almagro, donde el Narigón campeón con los “Gauchos de Boedo” en 1959 y Guelfi fueron compañeros).
Aquel recuerdo de la buena relación de San Lorenzo y la cercanía durante aquella pretemporada de 1968, forjó una amistad entre el “Narigón” y Mario. Sobre esa unión existe un testigo directo que es Nancy Guelfi, la hija de Mario y la recordó así “Carlos y mi padre se empezaron a tratar en San Lorenzo de Almagro. Pero se afianzó aquí, cuando Bilardo era jugador de Estudiantes. Por ese entonces, yo era muy pequeña, pero fui testigo de esos años hermosos, porque luego ese equipo campeón de América, vino siempre a hacer las pretemporadas aquí y a nuestro hotel. De ahí quedó una amistad hermosa y por eso siempre, nos invitaban al Country de Estudiantes en City Bell, cuando mi papá cerraba el hotel en marzo. Asimismo, luego mi viejo recibió a Bilardo y al resto de los jugadores de ese Estudiantes, cuando se retiraron del fútbol y venían con sus familias. Para mí Bilardo es un personaje, muy querido y muy querible. Siempre fue muy educado y además por la relación que mantuvo con mi papá, que trascendió el aspecto deportivo”. concluyó Nancy, al referirse a ese entonces y a la figura de Bilardo, quien con ese equipo “Pincha en 1968 bajó el paraguas del Maestro, Osvaldo Juan Zubeldía logró la primera de la tres Copas Libertadores de América, que levantó consecutivamente como futbolista del cuadro platense, venciendo a Palmeiras de Brasil y la Copa Intercontinental, posteriormente a superar al poderoso Manchester United, que contaba con valores de la talla de Bobby Charlton y Nobby Stiles (campeones del mundo con Inglaterra en 1966) y el norirlandés, George Best. Luego de ganar en cancha de Boca 1-0 (gol de Conigliaro) y de la igualdad 1-1 en el estadio Old Trafford, con el cabezazo antológico de la “Bruja” Verón, constituyendo una hazaña que aún perdura, ya que Estudiantes es hasta hoy el único equipo del fútbol argentino que se clasificó campeón ante un equipo inglés en Inglaterra.
Boca una revolución
De aquella llegada con Estudiantes en 1968 a su visita con Boca de 1996, pasó un largo tiempo y mucha agua bajo el puente.
Sin embargo, su carrera necesitaba otro desafío. Como el de dirigir a Boca y allá fue. Y luego de un primer semestre donde peleó el campeonato con el Xeneize, que tenía a Diego Armando Maradona (recordado en ese certamen por fallar cinco penales), Claudio Caniggia, José Horacio Basualdo, Christian González y Juan Sebastian Verón, fue a por todas en el Apertura de 1996 y para ello regresó a nuestra ciudad a realizar una mini pretemporada el 27 de agosto de 1996, aprovechando un parate por las Eliminatorias, rumbo a el Mundial de Francia de 1998.
Su llegada y la de todo el plantel fue un boom. Para darle la bienvenida al equipo de la ribera, se concentró un millar de personas en las inmediaciones del hotel ubicado en 85 casi 10, donde descansaba el plantel y las prácticas a puertas abiertas en cancha de Rivadavia, presentaron un lleno total para ver a Carlos Navarro Montoya, Diego Latorre, Basualdo, Diego Cagna, Néstor Lorenzo, Gabriel Cedrez y Julio Toresani, entre otros.
Pero esa estadía donde Bilardo, que tenía como ayudantes en el cuerpo técnico a dos laderos históricos y campeones del mundo como jugadores suyos, tal el caso Nery Pumpido y José Luis Brown, en la cual pretendió encontrar su mejor funcionamiento futbolístico, pregonando que sus jugadores puedan plasmar su idea, no obtuvo los mismos dividendos, que en sus tiempos de jugador de Estudiantes. Un triunfo ante River por 3-2 con el “nucazo” de Hugo Guerra y el debut de alguien llamado a ser historia en el club, como Juan Román Riquelme y poca cosa más, fue lo que dejó como saldo positivo de ese segundo semestre como DT de Boca y poco tiempo después de su visita a nuestra ciudad, renunció luego de un triunfo del Xeneize en La Bombonera sobre Platense.
Algunas historias más de Carlos Salvador Bilardo. El “Narigón”, el “Loco”, el papá de Daniela, el marido de Gloria, el hermano de Jorge, el formador del maravilloso Estudiantes de 1982, el campeón del muno y subcampeón del mundo con Argentina en México 1986 e Italia 1990, el obsesivo, el inclaudicable, el mejor alumno de Zubeldía, el del sistema 3-5-2, el venerado, el que como nadie le sacó el jugo al futbolista más maravilloso de todos los tiempos, tal el caso de Diego Armando Maradona, el criticado, el que estuvo a punto de ser eyectado del cargo de DT de la selección argentina, mediante una movida del gobierno del Dr Raúl Alfonsín en vísperas del Mundial de México, el médico, el que lucho contra todo y contra todos, el de los enfrentamientos con Menotti, el incomprendido, el polémico, pero por sobre todas las cosas un adelantado, un imprescindible. Un hombre que dejó una huella y que cada vez que vino a Necochea, no pasó desapercibido. Una constante en su vida. ///